Wizard Animation

sábado, 28 de abril de 2007

DÉCIMA POSTAL



Queridos amigos,

Antes de nada, deciros que estoy buscando sin descanso a mi sobrino. Aún no sé exactamente donde se encuentra, pero espero estar siguiendo la pista acertada. Confío en que esté bien. De hecho sé que será así porque, aunque no lo haya demostrado siendo tan torpe como para dejarse capturar, siempre ha sabido cuidar bien de sí mismo. Vosotros desde ahí lo mejor que podéis hacer para ayudarme es seguir publicando mis postales, por si alguien que lee esto lo ha visto y nos puede transmitir algún tipo de información.

Por otra parte, me gustaría contaros un poco más sobre mis nuevas aventuras en el mundo exterior. Ayer me encontraba yo buscando a mi sobrino cuando, sin darme cuenta, acabé en la puerta de uno de los espectáculos se supone que más divertidos de los humanos: el circo. ¿Qué cómo lo supe?, pues porque escuché a la gente hablando en la puerta: “No tío, no entres ahí, no es más que un circo...” Decidí perder cinco minutos y entrar a verlo, al menos para saciar mi curiosidad por saber un poco más sobre como se divierten estos humanos.

Pero mi decepción una vez más fue inconmensurable: me aburrí como un enano.
Tal vez el problema fue que este circo era un poco soso, o que estaba incompleto: no vi ningún animal, ni malabaristas, sólo alcancé a contaba con payasos con los que la gente aplaudía como loca, pero con un humor que yo no alcancé a comprender.



Pese a ello, he decidido darle una segunda oportunidad a esta atracción y mañana probar con otra compañía, aunque me da en la nariz que no será mejor que la anterior, estos humanos se conforman con cualquier cosa... Ya sé el sitio y el lugar, porque un vehículo bastante curioso se encarga de ir anunciándolo por la calle. Ya os contaré mi segunda impresión.

Un beso muy fuerte,

El tío Patt.

lunes, 23 de abril de 2007

TELEGRAMA URGENTE




Tío Patt STOP no sé si te llegará este telegrama STOP quise seguir tus pasos y estoy en el mundo exterior STOP he sido secuestrado por un grupo de humanos STOP no puedo decirte con precisión cuales son mis coordenadas STOP hay un cristal una piscina y un acueducto STOP ayúdame



Para A.C. Gracias ;-)

jueves, 19 de abril de 2007

NOVENA POSTAL: El racismo



Querido sobrino:

Lo que te voy a contar hoy es algo que me llamó mucho la atención desde que llegué a este mundo, lo que pasa es que no quería explicártelo sin antes entenderlo bien yo, porque contrasta mucho con nuestra forma de ser y vivir. Llevo aquí dos meses y sigo sin entenderlo, así que me voy a limitar a relatarte lo que veo y a trasladarte mis conclusiones, que probablemente sean erróneas, porque todo esto no tiene ningún tipo de lógica.

¡En el mundo exterior hay personas de distintos colores! Sí, así, como lo lees. Yo aquí, al salir las primeras personas que vi eran de un color blanquito, así más o menos como nosotros, pero con sólo dar dos pasos más me encontré con una variedad infinita de tonos, pasando por uno que es casi amarillo y llegando incluso al negro. No sé por qué ocurre esto, pero mis primeros análisis apuntan a que unos son DE PEOR CALIDAD que otros.

Te digo esto porque leyendo los panfletos de los que te he hablado otras veces he visto que a los más oscuros no los quieren en ninguna parte: van de un sito a otro en barcos intentando que los acojan en algún lugar, pero los blancos se suelen negar. De vez en cuando los aceptan, pero con la condición de que se encarguen de realizar los trabajos más duros, que ocupen poco espacio y que no se relacionen mucho con los demás.

Esto es un poco raro, no sé si les vendría mejor tener un origen como el nuestro, ya sabes, proceder todos de una misma madre planta, que nos trata a todos por igual, nos da a todos la misma sabiduría y nos tiene en su seno hasta que estamos maduros para abandonarla temporalmente. En mi opinión es mucho mejor así, porque la calidad de todos es la misma, y todos lo sabemos (sólo nos diferenciamos por familias, dependiendo de qué rama procedas, pero da igual porque todas ellas son iguales).

Además es muy bueno que todos los conocimientos que adquirimos en nuestro discurrir individual por el mundo los podamos compartir con todos, gracias a que cuando regresamos a la madre planta, al final de nuestro camino, nos fundimos con ella y todo nuestro ser es compartido e incluido en los futuros enanos, a través de los cuales vivimos eternamente.

No dejan de desconcertarme el subdesarrollo de estos seres, pero seguiré investigando antes de intentar aconsejarles. Un saludo para todos,

Tu tío Patt.

jueves, 12 de abril de 2007

OCTAVA POSTAL: El alcohol



Querido sobrino:

¡Creí que no sobrevivía para contarte mi última aventura! Pero no te asustes al leer mis palabras, que ya estoy bien: las nauseas, mareos y desorientación que padecí durante varios días ya se me han pasado.

Todo empezó porque caí en la cuenta de que a mi viaje de estudio por este extraño mundo aún le faltaba algo muy importante: el contacto con la gente. Éste era un paso muy importante y a la vez muy peligroso, porque en mis pocos meses de tránsito por aquí he notado que estos seres son bastante agresivos. Supongo que su propia ignorancia les vuelve violentos, o será que aún no han descubierto como arreglar sus problemas mediante diálogo, como les pasaba a nuestros antepasados prehistóricos.

Por ello decidí dar el paso con algo fácil, y de todos los lugares de reunión que he visto elegí el establecimiento que parece proporcionarles más felicidad. Yo les observaba desde mi cueva entrar nerviosos y con aire colérico a este local, y, tras un par de horas de “terapia” dentro del mismo, salían sonriendo, aparentemente felices y mucho más pacíficos. Esta extraña transformación me tenía fascinado.



Una tarde me armé de valor y crucé la puerta. En el interior se agolpaba la gente, algunos sentados alrededor de mesas y otros de pie. Con un simple vistazo se podía distinguir rápidamente a los recién llegados, aún con el ceño fruncido, frente a los que ya estaban acabando el proceso, mucho más tranquilos y dichosos. ¿Cuál era la razón de este cambio tan radical? Constaté entonces que todos ellos llevaban en sus manos unas curiosas bebidas y se afanaban en apurarlas con fruición. Podía ser peligroso, pero una vez llegado hasta allí no iba a dejar pasar la oportunidad. Agarré un vaso y bebí.



El primer trago del supuesto elixir de la felicidad fue horrible, escupí más de la mitad al suelo. Pero como no me pasaba nada malo seguí bebiendo. Mientras aquel liquido amargo se deslizaba por mi garganta, fui notando la asombrosa transformación que en mi cuerpo provocaba: me sentía cada vez más relajado y me invadía una inexplicable sensación de valentía y euforia, a la vez que mi cuerpo se iba volviendo más torpe y se me abotargaban los sentidos. Lo último que recuerdo es que me intenté acercar al que proporcionaba la bebida para pedirle otro vaso, pero me caí boca arriba y no podía levantarme. No sé cuando perdí la consciencia, pero me desperté varios días después en la calle, con una inscripción en el brazo que dice “amor de madre”, un carné del Atleti en el bolsillo y arropado por un objeto que aún no he conseguido identificar.

Te quiere mucho,

Tu tío Patt.

HOROSCOPO